Presentadora de televisión, actriz, productora, filántropa y empresaria, Oprah Gail Winfrey nació el 29 de enero de 1954 en Kosciusko, Mississippi, USA.
Mantuvo durante veinticinco años inusitadas cotas de audiencia con su programa de entrevistas The Oprah Winfrey Show (1986-2011). Finalizada esta etapa, fundó su propia cadena de televisión, la Oprah Winfrey Network (OWN), en la que ha seguido desarrollando su labor y gozando de altísimos niveles de popularidad. Desde los años 90, publicaciones como Forbes, Life o Time la han venido considerando como una de las personalidades más poderosas e influyentes del mundo.
Después de una adolescencia problemática en una pequeña comunidad agrícola, donde fue abusada sexualmente por varios parientes masculinos y amigos de su madre, Vernita Lee, se mudó a Nashville para vivir con su padre, Vernon Winfrey, un barbero y posteriormente hombre de negocios. Este tema de los abusos sexuales de Oprah no se conoció sino hasta mucho después de que su carrera estuvo bastante avanzada y fue relatado por ella misma (1).
A los diecinueve años empezó a coquetear con el mundo de la comunicación trabajando como reportera en una estación de radio de Nashville; había ingresado en 1971 en la Universidad de Tennessee, donde incluso ganó varios concursos de belleza. A los veintidós, Oprah Winfrey se trasladó a Baltimore, donde tenía una oferta para presentar un programa de televisión, People are talking. Su primera aventura en la pequeña pantalla se prolongó por ocho años, en buena parte gracias a su singular fotogenia y naturalidad ante la cámara.
Su carrera profesional dio otro importante salto en 1984, cuando la WSL-TV de Chicago la contrató para presentar un espacio matinal, el A.M. Chicago; en pocos meses Oprah Winfrey consiguió que un programa que era el último en el ranking de audiencias alcanzase la primera posición. La clave de este meteórico ascenso fue sin duda la presentadora, que aprovechó la ocasión para lanzar a nivel nacional su propio programa, The Oprah Winfrey Show. Estrenado en septiembre de 1985, fue emitido en ciento veinte canales y llegó de inmediato a diez millones de telespectadores.
A partir de entonces el éxito se convertiría en el compañero eterno de Oprah Winfrey. En 1986 The Oprah Winfrey Show era ya el programa de entrevistas número 1 de las televisiones estadounidenses, y a lo largo de veinticinco años continuaría ostentando una posición mediática privilegiada: casi treinta millones de espectadores seguían sus emisiones sólo en los Estados Unidos. Los premios, entre ellos diversos Emmy al mejor programa de entrevistas, respaldarían su trayectoria.
Cuando a mediados de los 90 el talk show estadounidense experimentó una clara deriva hacia la telebasura, Oprah Winfrey optó por sostener sus propios criterios y alejar su show de toda tentación amarillista, excluyendo de su plató las peleas a puñetazos y los asuntos escabrosos. Si inicialmente perdió algunos puntos de audiencia, pronto se vio recompensada con un incremento de popularidad y la definitiva consolidación de su prestigio, hasta el punto de que las más célebres personalidades nunca declinaron pasar por su programa.
Algunos de los ingredientes de su fórmula ganadora fueron su extraordinaria empatía, el tono íntimo y confesional de sus entrevistas y su interés por cuestiones culturales o de fondo humano como la lectura, la superación personal, el altruismo o la espiritualidad. Finalmente, después de veinticinco años en antena, Oprah dio por concluida su etapa al frente de The Oprah Winfrey Show y fundó en 2011 su propia cadena de televisión, la Oprah Winfrey Network (OWN), que pronto conocería momentos estelares: en enero de 2013 dio la vuelta al mundo su entrevista a Lance Armstrong, el ciclista estadounidense despojado de sus siete tours de Francia por dopaje.
Pero Oprah Winfrey no es sólo una célebre presentadora de televisión; la inmensa popularidad que le brindó este medio le sirvió para llevar a cabo muchas otras actividades. Fundó tempranamente su propia productora, Harpo Productions, a través de la cual consiguió retener la propiedad de The Oprah Winfrey Show y obtener pingües beneficios de su explotación, que la convirtieron desde finales de los 90 en la primera afroamericana billonaria. «La reina de todos los medios», como la llama la prensa, no se durmió entonces sobre sus laureles, sino que apostó tempranamente por las nuevas tecnologías: en 1999 creó Oxygen Media, corporación dedicada a la producción de contenidos para la televisión privada e Internet.
Oprah contribuyó asimismo a la difusión de la lectura con la sección Oprah's Book Club, incluida en su programa; ha escrito libros y ejercido la crítica literaria, dirige su propia web y es la editora de The Oprah Magazine, una revista que desde 2004 siguió la línea de su programa televisivo. También ha hecho incursiones en el mundo del cine: participó en películas tan conocidas como El color púrpura (1985), de Steven Spielberg, por la que fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria; otros títulos destacados de su filmografía son Beloved (1998), El mayordomo (2013) y Selma (2014).
Además de una excelente profesional, Oprah Winfrey es una mujer preocupada por los problemas sociales. Su niñez la sensibilizó especialmente, y no ha dudado en involucrarse en diferentes acciones, tanto benéficas como de concienciación social. En 1991 llevó a cabo una campaña a favor de la creación de una base de datos de pederastas a nivel nacional. Este proyecto se transformó en la ley conocida como Oprah-Bill, hecha realidad en 1993 bajo la presidencia de Bill Clinton. Oprah impulsa además una fundación que lleva su nombre y que está dedicada a apoyar a las mujeres y niños del mundo; entre otras acciones, destina cada año millones de dólares para ayudar a estudiar a muchos jóvenes sin recursos (2).
Según la revista Forbes, Oprah es la mujer de ascendencia afroamericana más rica del siglo XX. Para el año 2000 contaba con una riqueza neta de 800 millones de dólares y, para el año 2014, la cifra ascendía a casi 3.000 millones; estas cifras, además, la sitúan entre las personas más influyentes del mundo. La revista Life la aclamó como la mujer más influyente de su generación y, en 2005, Business Week la nombró la mayor filántropa negra en toda la historia estadounidense (1).
Oprah’s Angel Network, una fundación que creó en el año 2000, ha recaudado más de 51 millones de dólares que se han destinado a obras de caridad, incluyendo la educación de niñas en Sudáfrica y socorro para las víctimas del huracán Katrina (1).
Al ser considerada como una persona influyente del ámbito social, Oprah ha considerado importante que sus apoyos a causas políticas y sociales se hagan sentir entre su público. El fenómeno de esta naturaleza que más sonó fue su ferviente apoyo al candidato presidencial del Partido Democrático, Barack Obama, en diciembre de 2007, influyendo en sus grandes masas de seguidores para que votaran por él. De hecho, se unió a Obama en una serie de mítines en Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur, siendo ésta la primera vez que Oprah apoyaba tan activamente una campaña de un candidato para un cargo político (1).
El evento más grande de este corte fue en el estadio de fútbol de la Universidad de Carolina del Sur, al cual asistieron aproximadamente 29.000 personas, rebasando la capacidad del recinto. “El Dr. (Martin Luther) King soñó esto. Pero simplemente no podemos soñar más”, dijo Oprah en un discurso que dio a la multitud, “Tenemos la oportunidad de votar y hacer ese sueño realidad mediante el apoyo a un hombre que no sabe exactamente lo que somos, pero que sabe lo que podemos ser”. (1)
Desde 1982, Oprah ha estado en un noviazgo con el ejecutivo de relaciones públicas, Stedman Graham, en lo que ellos llaman una “unión espiritual”, lo que supone que es muy poco probable que vayan a contraer matrimonio en algún momento. La pareja vive en Chicago, aunque Oprah también tiene mansiones en Montecito, California; Rolling Prairie, Indiana; y Telluride, Colorado. (1)
Fuente: Portal Tentulogo
Portal: Biografías y vida
Oprah Winfrey es una mujer que se auto supero a lo largo de su vida, llegando por sus propios méritos a la cima del éxito profesional donde debe estar. Y además es una gran persona.
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