Fray William Riascos nació el 18 de febrero de 1963 y
el 13 de enero de 2020 falleció en México. Sacerdote
Franciscano, gran inspirador de muchos procesos y luchas de los pueblos
afrocolombianos en el Pacífico. Su cuerpo regresó al país en un vuelo que
aterrizó en Cali la noche del viernes 17 de enero, luego fue trasladado hacia
la ciudad de Buenaventura, allí recibió el homenaje de un velorio
multitudinario con más de cuatrocientos asistentes.
Nativo de López de Micay, en la costa caucana, William Riascos era
un hombre negro de gran carisma y sentido social. Se vinculó a la provincia de
los Franciscanos de San Pablo y siempre fue fiel a los votos de humildad y
pobreza de su congregación religiosa.
En su trasegar como pastor supo ubicarse al lado de las
comunidades del Pacífico, por eso fue uno de los impulsores del artículo
transitorio 55 de la Constitución de 1991 que luego derivó en la ley 70 de
comunidades negras. Acompañó a la hermana Yolanda Cerón en Tumaco y la costa
nariñense en su lucha por la defensa de los derechos humanos y la titulación
colectiva de miles de hectáreas para los Consejos Comunitarios.
También fue cofundador de la de la Pastoral Afro a nivel
nacional y posteriormente creó la organización Huellas Africanas en
Buenaventura. Luego fue un activo promotor de la Coordinación Regional del
Pacífico, aquel espacio de encuentro y articulación de las organizaciones
étnico-territoriales por la defensa de sus territorios. En sus últimos años se
desempeñó como párroco en ciudades distantes de su querido Pacífico. Anduvo por
Popayán, por Santa Rosa de Cabal o Sincelejo, hasta que por último terminó
radicado en México, sorteando dificultades personales que lo aquejaron al
final de su vida.
Durante las exequias llevadas a cabo en la catedral de
Buenaventura el domingo 19 de enero de 2020 estuvieron presentes delegados y
miembros de aquellas organizaciones que al padre Riascos impulsó y acompañó
durante su vida, entre ellos Orlando Pantoja, palenquero mayor de COCOCAUCA y
miembro de la Comisión Interétnica de la Verdad, quién resaltó ante los
asistentes que “este grandioso hombre que parecía que no caminaba, pero
caminando iba, congregó a muchos y muchas en su legado afro-diaspórico. Hoy nos
preguntamos ¿William se nos fue? No, sigue ahí con su espíritu libertario y
transformador”.
“Su vida se podía sintetizar, a riesgo de simplificarla, en estas
tres palabras: constancia, resistencia y esperanza” aseguró el antropólogo
Jesús Alfonso Flórez, uno de sus compañeros de lucha desde hace más de treinta
años. “La esperanza lo alimentó en la fe en su pueblo afrocolombiano y
afroamericano, esa misma fe que se inspiró en el proyecto de un revolucionario,
de un tal Jesús de Nazaret, que durante siglos fue atrapado por las estructuras
del poder político y religioso, pero que William supo, junto a muchos miles en
América Latina, redescubrir en clave de liberación”.
Las gentes de Satinga, de Guapi o Buenaventura seguirán
recordando al padre Riascos, que hoy vive en los anhelos de paz y autonomía
para el pueblo negro. Creemos que el padre Riascos ayudará en su nueva dimensión
pascual a la CIVP, pues él fue un convencido de aquel principio del
evangelio: “la Verdad les hará libres” (Juan 8,32).
Fuente:
- Comisión Interétnica de la Verdad de la Región Pacífico CIRP https://verdadpacifico.org/en-memoria-del-padre-william-riascos/
- Pastoral Afrocaleña: https://www.pastoralafrocali.org/2020/01/24/adios-ekobio-willian-riascos/