Reinaldo Valencia Lozano, fue uno de los principales líderes del proceso de departamentalización del Chocó.
Por José E. Mosquera
Reinaldo Valencia Lozano, en 1913 fundo el periódico ABC, inicialmente fue un semanario y luego en un diario con dos ediciones diarias una matutina y otra vespertina. El El ABC no solo fue el diario más importante e influyente del Chocó en el siglo XX, sino que ha sido el mayor referente en materia de periodismo en la historia del Chocó.
En 1914 durante el desarrollo de la
Primera Guerra Mundial alcanzó a circular tres veces al día con las
publicaciones de boletines de prensa de la Legión Británica sobre el desarrollo
de las batallas en los frentes de guerra. Valencia Lozano desde sus páginas
desarrolló una lucha titánica por el proceso de departamentalización del Chocó.
El ABC se convirtió en la tribuna de la
reivindicación del Chocó en el escenario nacional; en ágora simbólica de los
debates sobre la autonomía regional y la institucionalidad política del Chocó.
El impulso del proceso de departamentalización del Chocó fue una de las
principales banderas del ABC, fue la tribuna por excelencia de donde Valencia
Lozano y sus colaboradores Dionisio Ferrer, Heliodoro Rodríguez, Francisco
Córdoba, Emiliano Rey, Delfino Díaz, Julio Perea Quesada, Alfonso Meluk, Adán
Arriaga Andrade, Salomón Salazar y Guillermo Henry Cuesta, entre otros,
apoyaron contra viento y marea esa lucha del pueblo chocoano.
Todos, sin distinciones políticas y
raciales, escribieron docenas de notas defendiendo el proceso de
departamentalización del Chocó. Reinaldo Valencia fue uno de los grandes
baluartes de la lucha del proceso de departamentalización del Chocó, entre los
decenios diez al 30 del siglo XX.
Valencia desde las páginas del ABC se
llamó a la unidad de los chocoanos para concretar el sueño de la
departamentalización y, en un grito de desespero por la inercia de los
chocoanos, desde sus páginas se lanzó una propuesta lapidaria: “si los
chocoanos no se pueden unir, será más conveniente para el país acabar con el
régimen lntendencial y repartir ese territorio entre los departamentos de
Caldas, Valle y Antioquia”.
En 1914, Valencia sostenía: “El Chocó al
reemplazar al departamento rebelde (Panamá), puede y debe ligarse al interior
por líneas férreas que pongan la corriente mundial del Pacífico, en contacto
inmediato con nuestros grandes industriales”. Por consiguiente, señalaba que
Las avalanchas humanas que a traería la construcción del Canal de Panamá
debería encontrar a los chocoanos listos para recibirlos con los brazos
abiertos y por eso la importancia que el Chocó se erigiera en departamento
Pensaba que “el Chocó puede y debe ser departamento,
hagamos el departamento del Chocó, pidamos al Congreso que va a reunirse este
acto de justicia. Este territorio tiene rentas propias para sufragar sus
gastos. Que se le conceda autonomía como a sus hermanos del interior. […] Será
mucho pedir al gobierno que dé de los millones de la indemnización Panamá”.
“Hemos pensado que, si todos los chocoanos
no unimos y trabajamos, podemos conseguir que se nos erija en departamento, no
solo por provecho propio sino por el de la nación misma”. Los planteamientos de
Valencia recogían, en aquella coyuntura política, el idealismo de las luchas
políticas de los chocoanos por la autonomía regional que se venía estructurando
desde el decenio de los años 30 del siglo XIX.
Fue uno de los pioneros en Colombia de
hablar desde el decenio de los años diez del siglo XX sobre la importancia del
comercio colombiano con los países del Indo-Pacífico, especialmente con India,
China y Japón. Planteó la construcción de una vía y un puerto sobre la costa
Pacífica chocoana para el fomento del intercambio comercial de Colombia con
China y Japón, se dará cuenta que fue uno de los intelectuales chocoanos más
visionarios en el siglo XX.
En criterio del periodista y escritor,
Julio César Uribe Hermocillo, “el ABC, desde su primer número, hizo gala de su
profunda comprensión del papel de la prensa como notaria de la historia y como
cronista de su tiempo. El ABC vivió y documentó para la gente de la época y
para quienes hoy aquí estamos una de las épocas más trascendentales de la vida
del Chocó, el lapso 1907-1947, tiempo en el que las provincias del Atrato y el
San Juan dejaron de pertenecer al Cauca y fueron unificadas para constituir el
ente político-administrativo conocido como Intendencia Nacional del Chocó”
Para Uribe Hermocillo, “Reinaldo Valencia
es indiscutible ejemplo de la dignidad que debe caracterizar al periodismo y
prototipo de la responsabilidad que a la prensa le cabe con la memoria
histórica de la sociedad y por la influencia del ABC y el gran prestigio que se
gana gracias a su trabajo, se convierte en voz de quienes no la tienen, quienes
encuentran en el ABC la tribuna para hacer públicas unas preocupaciones”.
Y concluye: “aunque algunos autores han
documentado cómo en el ABC se privilegió una visión de clase, en detrimento de
la visión racial, por obra y gracia de la mulatocracia reinante; otros
reconocen que es en el ABC en donde la cuestión racial empezó a aparecer, a
través de la pluma de personajes como Ramón Lozano Garcés, Diego Luis Córdoba y
Alfonso Meluk: “A partir de los años 1930 surgió una ruptura en el discurso de
la prensa regional, la cual se manifestó en la introducción paulatina del tema
racial”.
Explica que “el término “raza negra” que
no era de uso frecuente en la prensa chocoana antes de los años de 1930, empezó
a ser mencionado regularmente. Este cambio temático reflejaba una
transformación en el perfil social de aquellos redactores de los periódicos,
especialmente los del A.B.C”
Indudablemente que Reinaldo Valencia
Lozano, fue el periodista chocoano más importante en el siglo XX. Además, se
destacó como líder político liberal, militante del movimiento político
Republicano que fundó el expresidente Carlos E. Restrepo y en nombre de ese
movimiento político fue congresista varios períodos por la circunscripción de
Antioquia Chocó.
Fue columnista de El Relator de Cali y del
diario El Tiempo de Bogotá por las relaciones de amistad que mantuvo con su
director Eduardo Santos Montejo. Autor de varios libros: Río Abajo, La Cuna de
Jorge Isaac y Apostillas Históricas. El primero de crónicas, ensayos y cuentos
cortos. El segundo, La Cuna de Jorge Isaac, publicado en 1943, con prólogo del
escritor Baldomero Sanín Cano, donde plantea una investigación minuciosa, bien
estructurada y documentada donde demuestra que el autor de la “María” nació en
Quibdó y no en Cali. Libro que desató una intensa polémica con los
intelectuales vallecaucanos Mario Carvajal y Gustavo Arboleda.
Además, en este libro reveló la partida de bautismo que reposa en los archivos de la Iglesia de Novita donde se demuestra que el expresidente Jorge Holguín Mallarino, no nació en Cali, sino en Nóvita, donde fue bautizado con el nombre de Jorge Marcelo Holguín Mallarino, nacido el 31 octubre de 1848.
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