domingo, 14 de noviembre de 2010

OMAR BARONA MURILLO (1942-2007)

Primer Rector de la Universidad del Pacífico desde el año 1996-2007. Nacido en Buenaventura el 7 de abril de 1942, se graduó como biólogo en la Universidad de Oriente en Venezuela, se especializó en Biología Marina en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá y realizó un Máster en Ciencias en la Memorial University of Newfoundland, en Canadá, entre otros estudios.
Como investigador laboró con la FAO, Food and Agricultura Organización de las Naciones unidas en países como Canadá, Venezuela, Chile, Costa Rica, México y Estados Unidos.
Fue Gerente Regional del INDERENA, cargo desde el cual defendió la biodiversidad como patrimonio.
También fue Concejal del municipio de Buenaventura en cuatro oportunidades, ejerciendo la presidencia del Concejo en tres ocasiones.
Como Representante a la Cámara en 1986 impulsó la creación de la Universidad del Pacifico. "La Universidad del Pacifico pasó de ser un sueño a convertirse en una realidad que abre posibilidades para avanzar en la construcción de una sociedad mas justa, igualitaria y equitativa con más y mejores oportunidades, integrando y aprovechando la oferta de recursos y ventajas comparativas. La construcción de la paz, tiene en la Universidad del Pacifico el escenario propicio para garantizar un desarrollo sostenible", afirmó Barona.
Sobre este proyecto, considerado por él mismo como el más importante de su vida también escribió: "éste no solo deberá estimular el desenvolvimiento regional y la integración del litoral a las corrientes de progreso nacional, sino también debe asumir el compromiso trascendental de formar un profesional de proyección universal, un profesional para el mundo, para los nuevos tiempos con una perspectiva global, de avanzada pero comprometido con lo social. El 7 de junio de 2007 falleció Omar Barona Murillo, al lado de su esposa la docente Susana Salazar de Barona y sus tres hijos.

sábado, 13 de noviembre de 2010

CARLOS ARTURO TRUQUE (1927-1970)

ESCRITOR: Nació en Condoto (Chocó) el 28 de octubre de 1927 y murió en Bogotá en 1970. En Buenaventura hizo sus estudios de primaria. En Cali inició los de bachillerato en el Colegio de Santa Librada, terminándolos en Popayán en el Liceo de la Universidad del Cauca; posteriormente haría un año de ingeniería en dicha universidad. En Popayán se inició literariamente al colaborar en revistas estudiantiles dentro del género poético con el seudónimo de Charles Blaine. Posteriormente publicó algunos artículos literarios en diferentes periódicos del país, pero tan sólo a finales del año 1953 se dio a conocer nacionalmente por haber obtenido el premio Espiral de ese año con su libro “Granizada y otros cuentos”. En 1954 obtuvo el tercer premio en el concurso de la Asociación de escritores y artistas de Colombia con su obra “Vivan los compañeros” y, en enero de 1958, fue distinguido con el tercer premio en el concurso folklórico de Manizales y primer premio EL TIEMPO con su cuento “Sonatina para dos tambores”. En 1965 obtuvo mención honorífica en el V Festival Nacional de Arte por su obra “El día que terminó el verano”. En 1951 había conseguido ya un premio en el festival de Berlín (RDA) con su drama Hay que vivir en paz.
Muy estudiada en Estados Unidos, su obra cuentística ha sido traducida además al ruso, al francés, al alemán y al chino. Un volumen de sus cuentos completos fue publicado en el año 2004 por la Universidad del Valle. Es un autor insoslayable en las antologías de cuento colombiano, entre las últimas de las cuales mencionaremos estas dos: “Un siglo de erotismo en el cuento colombiano”, selección y prólogo de Óscar Castro García, Editorial Universidad de Antioquia, Medellín, 2004, y “Cuentos y relatos de la literatura colombiana”, selección y textos de Luz Mary Giraldo, Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 2005.

Los cuentos de Truque reclaman temas políticos, sociales que abordan problemas esenciales de la condición humana como la infidelidad y la profunda decadencia del espíritu. Estos cuentos son un regalo, impregnado de poesía y originalidad, para la historia de las letras colombianas. Arturo Truque es un escritor universal, porque propuso una nueva estructura del relato en Colombia, basándose en las narrativas norteamericanas. Vio que la única forma para construir la nación era rescatando esas otras voces marginadas que no se escuchaban anteriormente, usando sus lenguaje diario, retratando sus vidas, y poniendo en situaciones de diario vivir. Como escritor que vivió en la época de violencia de los años cincuenta, publicó los primeros relatos de la llamada LITERATURA DE VIOLENCIA en Colombia. Que es temerario, si nos percatamos la censura, y el cierre de varios periódicos por parte de los gobiernos de Rojas Pinilla. La audacia de Truque en escribir cuentos sobre las guerrillas del llano, y de la violencia del inicio de siglo XX, se puede explicar su poca difusión, pero también su preocupación por el orden social y las injusticias entre las diferentes capas sociales. Aunque posteriormente fue eclipsado por otros escritores, y por ser escritor regional. En el exterior fue traducido algunos cuentos, y se realiza varios estudios sobre su obra, desde sus temáticas de violencia, de afrohispanidad, y formas intrínsecas de su obra.

De su familia sólo se conoce las dedicatorias de su antología El día que terminó el verano y otros cuentos publicados por Colcultura, ahora Ministerio de cultura. En la dedicatoria dice: “Para Nelly mi esposa y a mis hijas, quienes constituyen la razón de mi vida”. Y por el cuento La noche de san silvestr dedicado a su hija Sonia Nadezhda.

domingo, 7 de noviembre de 2010

BLAS HERRERA ANZOATEGUI


Ex ministro de estado Y Gobernador de Bolivar (Colombia) en el año 1958. Ex Ministro de Trabajo Higiene y previsión social: Nombrado el 7 de agosto de 1946 mediante Decreto 2366 y ratificado el 11 de diciembre de 1946 por Decreto 3548, en el gobierno de Mariano Ospina Perez. Abogado y político, fue uno de los grandes impulsores del derecho laboral en Colombia, y Gobernador de Bolívar entre el 6 de septiembre de 1958 y el 23 de octubre de 1959.

sábado, 6 de noviembre de 2010

NATANAEL DIAZ (1919-1964)

Por: Guillermo Alberto González Mosquera
Notable escritor, político, orador, poeta, de Puerto Tejada (Cauca, Colombia). La tradición libertaria y rebelde de Puerto Tejada, tuvo en Natanael Díaz su más preclaro exponente. Para analizar lo que hizo en su corto pero intenso período vital, es necesario conocer lo que significa en el Cauca y en Colombia, este enclave negro del norte, sobre el río La Paila, en donde los hechos sociales y el entorno cultural se manifiestan de manera tan intensa, que han estimulado a numerosos historiadores, sociólogos y antropólogos a realizar estudios que hoy nos permiten conocer mejor a esa mediterraneidad negra, que no tiene par en la geografía colombiana. El profesor Cesar Augusto Ayala, de la Universidad Nacional, quien publicó un ensayo integral sobre el Puerto, advierte que desde los primeros años de formación de la población, "los negros mostraron una definida vocación por las letras" y añade que "la gente de Puerto Tejada tenía su esparcimiento cultural garantizado". Y refiriéndose al avance político, se atreve a afirmar que "más que cualquier otro aspecto de su historia, los moradores de Puerto Tejada han vivido de manera intensa lo político. Su ejercicio fue parte componente de su cotidianidad". Lo complementario a esta aseveración, es que el ejercicio de lo político estaba ligado a un liberalismo recio y activo como expresión partidaria. Y que ese rótulo catapultó a más de un dirigente para llegar a los escenarios nacionales. De otro lado, puede decirse que no existía jefe liberal, nacional o departamental, que se respetara, que no incluyera necesariamente en su agenda la consabida manifestación pública en el parque principal de la población.
Natanael Díaz recibe toda esta carga de lo cultural y lo político y la va a reflejar en su condición de poeta y de líder de su partido. El camino se lo preparan dos negros que marcan el comienzo de una representatividad propia, que antes estuvo atada a la dirigencia de Santander de Quilichao. El primero fue el abogado Jorge Fidel Fory, templado en las campañas que llevaron al liberalismo al poder en 1930. Y el segundo fue Alejandro Peña, que llegó a la Cámara de Representantes en 1943, siendo el primer negro portejadeño que se hacía escuchar en el Congreso de la República. En este sentido, Peña desbroza el camino por donde ha de llegar en el turno inmediatamente siguiente el joven Natanael Díaz, quien había estudiado Derecho en Bogotá en la Universidad Externado de Colombia, junto con otro paisano suyo, Arquimedes Viveros, que sería luego Diputado en el Cauca y también Representante a la Cámara. Natanael se entusiasmó con los aires de renovación y cambio que tenía la República Liberal y esto afianzó su vocación política y sus ideas de izquierda.
A los 26 años y con la tinta aún fresca en su diploma profesional, llega al Congreso y actúa como parlamentario afiliado al lopismo durante el período de 1945-1947. Lo sería nuevamente en dos ocasiones más, cuando en representación del MRL y ya restituidas las garantías constitucionales, ganó la curul y la ejerció hasta 1960. Alcanzó a ser vicepresidente de la Corporación. Como congresista necesariamente se iba a distinguir. Era talentoso y elocuente, sabía analizar con profundidad los problemas y se ganaba fácilmente por su cultura y simpatía el apoyo de sus colegas. Nunca usó el racismo como argumento en sus debates y no se conoce que alguien lo discriminara o marginara por su condición étnica. Al examinar las ponencias que presentó para distintos proyectos de ley, se observa como constante su preocupación por lo social y su afán porque algo de importancia y utilidad se consiguiera para la región que representaba.
Es común escuchar que Natanael Díaz tenía su verdadera vocación en las letras y no en la política. No falta la razón en ello. Su poesía tiene un profundo acento lírico y gran hondura conceptual. Trata temas sociales sin caer en el cliché. Lo hace con la voz angustiada de su raza. Para muestra los versos iniciales de su poema "Arcilla para un nuevo hombre", en donde se escucha su lamento interior:
Como escritor su prosa es limpia y castiza. Fluye espontánea con cierto grado de musicalidad, semejante a los cantos espirituales de los negros del sur de los Estados Unidos. Es memorable su discurso en representación del Movimiento Revolucionario Liberal en las exequias de Gilberto Alzate Avendaño, pieza que puede considerarse como un modelo en el género. Podía expresar sus ideas con racionalidad y hondura, características que se advierten en toda su producción escrita.
El Presidente Valencia le ofreció la gobernación del Cauca en 1962, cargo que declinó por motivos personales. Con su muerte prematura a los 44 años, desapareció el dirigente con mayor proyección política e intelectual del norte del Cauca en los últimos años.